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Hasta los primeros 25 minutos del duelo entre Atlético y Olimpo, los "decanos" habían invertido bastante como para sumar un par de goles en la Villa Marista. Pero no hubo caso. Luis Rodríguez, siempre filoso e incisivo, desperdició dos chances claras. Después, una media volea exquisita de Javier Páez no tuvo destino de red gracias a los guantes de Tombolini.
El choque contra el conjunto bahiense, renovado con jugadores de Primera, fue bastante emotivo. De ida y vuelta, y con mucho roce en el medio. El tiempo le jugó en contra a Atlético, ya golpeado y cansado de tanto trajín de pretemporada. Las energías se consumieron muy rápido y, lo que los albicelestes no podían calmar con fútbol, lo hicieron con garra. Pero así como la ambición de querer salir a comerse a un enemigo de otra categoría alentó al "decano" a ir al frente en todo momento, una desconcentración lo sepultó. Páez intentó salir de atrás con la bola controlada, erró un cambio de frente, el uruguayo Brum le robó la pelota y le dio un pase perfecto a Concistre. El pelado no falló y gritó el único tanto del primer chico de la jornada.
En la segunda parte, la visita puso 11 chicos fresquitos, mientras que Rivoira mandó a Diego Erroz y a Claudio Sarría a la batalla. "Capé" buscó ser el armador del grupo, pero le faltó un poco de precisión (aunque no desentonó), al igual que Sebastián Longo, que perdió la pelota en ofensiva y Rolle desencadenó una contra letal. Pasó tres cuartos de cancha y asistió cruzado a Cabrera, que le sirvió el gol a Salazar. Ahí se terminó todo.
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